Tú, que pierdes el control
hablando en alta voz,
hieres mi corazón.
Yo, tratando de escuchar.
No me puedo explicar
qué extraña sensación.
Tú no me quieres entender
y me mandas a callar,
diciéndome
no me debo sorprender,
porque así es la realidad
de nuestro amor.
Y yo
no tengo armas
para enfrentarte.
Pongo mis manos,
manos al aire.
Sólo me importa amarte
en cuerpo y alma,
como era ayer.
Tú, que perdiste el control,
te dejaste llevar
por la inseguridad.
Yo, que te he visto crecer,
me puedo imaginar
que todo cambiará.
Hoy, aunque todo siga igual,
y me mandes a callar,
diciéndome
que tienes que dominar,
o será el final.
Y yo no puedo así.
no tengo armas
para enfrentarte.
Pongo mis manos,
manos al aire.
Sólo me importa amarte
en cuerpo y alma,
como era ayer.
No tengo armas
para enfrentarte.
Pongo mis manos,
manos al aire.
Sólo me importa amarte
en cuerpo y alma,
como era ayer
como era ayer