Yo nado en mares pequeños
y que todo salga bien.
Que si son grandes me pierdo
y luego nunca sé volver.
Verás, a mí ya no
me van las pelis de miedo,
los ojos tristes, las miradas
que van a parar al suelo.
No vuelo en círculos cerrados,
que no, que luego siempre
se repiten.
Mejor en mares pequeños,
donde el frío no te vea,
donde ya no llega el sueño.
Y prometí portarme bien.
Verás, a mí lo que
me va es contarte primero
que yo soy todo lo que piden
las princesas que yo quiero.
Si llueven pájaros mojados,
tú y yo no iremos nunca
donde dicen.
Por si acaso no recuerdas
mis abrazos,
yo te dejo mi canción.
Guarda ese miedo que lo
vela todo y solo se queda,
solo se queda,
diciendo cosas que siempre
suenan a triste.
Cosas que suenan a olvidar
todo ese ruido que el
maldito invierno
nunca se lleva.
Porque de mucho más grandes
hemos salido.
Ven, cuando lleguen
nos habremos ido
donde las cosas que pasan
se ahogan con un buen café.
Verás, a mí lo que
me va es tumbarte en el suelo
para decir con la mirada
lo que con mi voz no puedo.
Ya no seremos nunca extraños,
ya no seré quien siempre
te lo dice.
Y haré que el frío nunca
encuentre tus abrazos
y no llegue mi canción.
Guarda ese miedo que lo
vela todo y solo se queda,
solo se queda,
diciendo cosas que siempre
suenan a triste.
Cosas que suenan a olvidar
todo ese ruido que el
maldito invierno
nunca se lleva, nunca se lleva.
Y dice cosas que siempre
suenan a triste
Tananana tanana
Nunca llegué en el
momento equivocado
porque siempre caí
abriendo círculos cerrados.
Verás, verás a mí lo que
me va es colgarme en tu vuelo
para pedirte desde ahí que sigas,
que sigas siendo lo que quiero.
Y por si acaso no recuerdas
mis abrazos,
yo te dejo mi canción.
Guarda ese miedo que lo vela
todo y solo se queda,
solo se queda,
diciendo cosas que siempre
suenan a triste.
Cosas que suenan a olvidar
todo ese ruido que el
maldito invierno